He vivido durante 15 años en Barcelona, me vine a vivir en el 92. Uno de los primeros lugares en los que viví fue en el Eixample.
He visitado todos los bares de moda del momento, comido en los mejores restaurantes de la época, que eran pocos, la verdad.
Cuento esto, porque yo vivía a 5 minutos del restaurante Toto, bueno, para ser francos…no existía el restaurante en aquellos años.
Barcelona ha crecido mucho, es increíble la restaurantes que se han montado en pocos años. Eso es bueno, si la oferta gastronómica es variada, mucho mejor.
De Toto podríamos decir que es un restaurante de inspiración italiana muy bien fusionado con ingredientes de nuestra tierra.
Cabe destacar, sus productos frescos de Km.0 y de temporada, como el calabacín del Maresme, la remolacha de Girona, o las «mongetes del Ganxet» entre otros. Además están dentro del Slow Food, movimiento que combina el placer con el conocimiento.
Soy una apasionada de las verduras mas que de carnes, hubiera probado muchas mas cosas, adoro la flor del calabacín, o por ejemplo Miguel se quedó con ganas de probar sus deliciosas pizzas hechas al horno de leña, pero nuestros estómagos tienen límites (risas).
Cuando entras te encuentra a la derecha con una magnífica barra, y la increíble sonrisa de J. Carlos, que nos sirve desde una cerveza al mejor cóctel de moda. Cuenta con la sobriedad y corrección de Alfredo.
Rafael Campos y Ronit Stern, propietarios de las panaderías Crustó, han dejado la decoración en las manos del interiorista Lázaro Rosa-Violán, que tantos locales de moda ha decorado en nuestra ciudad.
Nada esta ahí por casualidad, cada detalle esta pensado para hacer mas confortable el lugar.
He tenido un lapsus y se me había olvidado poner la foto del chef Giacomo que es Toscano y su equipo.
Había un error, había dicho que el chef era de Nápoles.
Gracias chicos sin vosotros ese gran momento no hubiera sido posible.
Nos trajeron dos aperitivos, uno de remolacha y otro de Polenta.
Le dije a Juan…
Te voy a contar un secreto, no me gusta la polenta, la he probado de muchas maneras, pero esta me ha gustado, era muy fina y con queso fundido por encima, no tiene nada que ver a las que había probado hasta ahora, Juan esbozó una sonrisa.
Seguimos con mi querida burrata,con calabacín al dente y tomatitos. Unos rollitos de melanzane de Toto con ricota,espinacas, tomate fresco y nuez moscada.
Soy una apasionada del arroz, así que me comí, un risotto cremoso con vino Amarone, Taleggio y rúcula.
El vino Amarone es un vino muy particular, de color rojo oscuro, con notas de frutas madura, con sabor a confitura de cereza y frambuesa, es de la región del Veneto que muy bien conozco.
En Treviso me enseñaron a hacer una lasaña increíble, y comí por primera vez lollo rosso, que en España aún no se conocía.
Muy bueno el risotto, pero para una española como yo, quizás demasiado al dente.
Muy bueno el pan, increíbles los grisines nunca he probado nada igual,.crujientes y muy livianos, por dentro son vacíos, toda una novedad para mi, de panaderías Crustó.
Podéis ver una crónica de Crustó y unas magníficas fotos en el blog: viajar, comer y amar
La clásica Panna Cotta que tanto gusta a Miguel. Yo me decanté por una Paulova acompañada con unas bolas de helado, aunque eché de menos que llevara una una crema de frutos rojos densa y jugosa, para amalgar bien la sequedad de la Paulova.
Nos despedimos de Juan y de Arturo, con un hasta pronto chicos!
Nota: Acordaros del Afterwork de Toto
Opino lo mismo que Philippe Regol, le encuentro a faltar el punto al nombre de Totò, teniendo en cuenta que mi yerno es de Nápoles y se llama Totò (risas)
el chef se llama giacomo y es toscano
Gracias Giacomo, pregunté a un camarero y me dijo que el chef era de Nápoles, pero ya esta arreglado.
Gracias por ese buen momento.