Corrado era un Siciliano de 20 años encantador y muy divertido, que había aterrizado en Tübigen ( Alemania) porque su hermano mayor trabajaba allí.
Un día el destino le hizo un gran regalo…
Le dio la oportunidad de pasar a ser un pizzaiolo a ser Chef
Claro que la suerte no la tuvo muy de cara , porque tuvo que demostrar que estaba a la altura del cargo , no tenía ni idea de cocinar y el cuento se terminó muy poco.
Yo a veces iba al restaurante que trabajaba mi hija y comía con ellos a las 6 de la tarde( la hora del té para mi) ja ja .
El restaurante era un poco extraño.
Se llamaba …Tapas Bar .
Sus propietarios eran italianos y hacían tapas españolas.
Claro que cuando vi …
Tapa de hinojo, le dije a mi hija…
-¿ Desde cuando en España tenemos tapas de hinojo?
aaaaaaggggg!!!
Sigo…
Corrado tenia un problema…
No tenía olfato ni paladar, con lo cual era horrible comer sus spaghetti por varios motivos.
Eran los peores que me he comido en mi vida.
Spaguetti al aglio olio e peperoncino.
Foto sacada de este blog.
Imaginad, un plato que en el fondo tiene un gran charco de aceite como la mitad de una medida de yogurt, encima los spaghetti estaban (troppo al tende) duros como si los hubieran sacado del paquete, y tanta sal que parecía que se le había caído el salero entero dentro de la olla.
Cada día iban a la basura, nadie se los comía.
Hasta que un día..
Ya no pudo hacer lo que cada dia me decia .
Me miraba con sus ojos pequeños, sus grandes orejas, y con su gran sonrisa….
Y me decia…
¿ Ciao signora come va?
Un dia se levantó y ya no volvió por el restaurante …
Lo despidieron…
Con el tiempo nos llegaron noticias de que había vuelto a Sicilia a su antiguo oficio de Pizzaiolo.
En la vida… a veces la suerte esta de nuestro lado, hasta que nosotros dejamos de acompañarla.
