Fuente de la foto : aquí
Ya lo he contado, pero lo voy a contar otra vez, mas ampliado.

Cuando tenia 17-19 años iba con mis padres a la Costa Brava, luego seguí yendo con mi marido, me casé tan joven…solo tenía 19 años.
Mi viaje de novios no fue nada original, lo pasé en el Hotel Llafranch una semana, mientras mis padres estaban en el apartamento a escasos metros.ajajajaja

El lugar se llama Llafranch y esta en Gerona, íbamos a unos apartamentos llamados… Les Orenetes…
¿ que sera de ellos?
Íbamos en  verano, Semana Santa y Navidad, a mi me aburría, en Navidad no había nadie, pero tenía que ir…
Cada día solíamos ir dos veces al Hotel Llafranch,  al mediodía hacer el vermouth a comer,cenar
 y a la noche a tomar copas.
A mi padre le gustaba mucho el sitio, disfrutaba viendo a Manolo «EL Gitano» uno de los propietarios haciendo el show de cada día, cuando salía a saludar a los clientes.

Manolo era el  relaciones públicas del local, sus dos hermanos Mario y Josep, llevaban el negocio cada día
Puede pareceros normal, es lo que hacen los dueños, mientras los demás trabajan, ellos hacen de relaciones publicas ganándose así al público con sus atenciones.

Ahora el relevo llega con uno de sus sobrinos, Carlos Bisbe que cada año hace el cóctel Rambo con música y un show, es muy esperado el momento final cuando moja a la gente con el cóctel.
Sin duda en sus venas corre la vena artística de su tío «El Gitano»

«Que fuerte, he encontrado un blog con esta foto, justo ahí es la época( 1983)  que os cuento, yo tenia 20 años.
Así recuerdo a Manolo, iba vestido de su gran amigo Dalí, al que le gustaba copiar»

Manolo bautizado «El Gitano de la Costa Brava» por la bailaora Carmen Amaya, era diferente a todos,cada día nos sorprendía con una ropa diferente,un día de romano, Fu-man-chú, jeque árabe,bandolero, de flamenco, o de Dalí.
Manolo era un ser excéntrico y genial.

«Tengo un autógrafo dedicado por Manolo,y me hizo un dibujo de una Margarita,y es la misma foto del cuadro que veis»
Aquí la historia del restaurante.
Como nos conocíamos de ir cada día, y cada año de vacaciones, ya teníamos una amistad-cliente me saludaba y me daba un beso en la mano haciendo aspavientos, osea el show, y mi padre era feliz viéndolo
ese día me dice…
Me gusta el pañuelo de tu cabeza,¿ me lo cambias por el mio? me dice…me lo regaló la Chunga!
Vamos no dudé ni un minuto en cambiárselo, el mío era verde creo, y el me dio uno de lunares, bueno no estoy muy segura, yo también tenia uno de lunares, blanco y negro.
Parece  que no ha pasado el tiempo para mi… sigo llevando pañuelos, y han pasado casi 40 años, aisss que mayó estoy.

La flor y nata de la sociedad de la época ( en la que me incluía yo ja, ja) pasaban por allí, además de cantantes, actores, actrices y escritores, pintores.

Manolo y la Chunga eran muy amigos, ella siempre se alojaba en el Hotel Llafranch con sus músicos,hacia sus galas por la costa, y a veces la veíamos por allí sentada antes de irse a actuar.
Que bonitos aquellos tiempos.
Pero un día se enfadaron los dos, y La Chunga nunca mas vino por allí.
Me encantaría ir a la exposición, y recordar esos momentos con ella, y que me contara que pasó con Manolo, porque se enfadaron, y dejó de ir al hotel.

Como dice Aída Nízar tengo que sacar la gran comunicadora que soy, ja!

Ohhhhhhh!!! cuantas veces he comido en el restaurante del Hotel Llafranch, que bien se comía.
Y ahora que caigo, desde siempre mi padre me enseñó a comer bien, y a gustarme los saraos.;)

Día 24 de septiembre de 2011 a las 20:00 horas.

Exposición de Micaela Flores Amaya
«La chunga»
Parking Gallery aquí.
Alicante  

Además de exponer más de 50 obras entre óleos y dibujos compartiremos con la artista sus vivencias a través de una recopilación de recuerdos como fotografías, artículos de prensa, revistas, autógrafos y citas de personajes indispensables de SXX como DalíAlberti,Picasso o Camilo José Cela que cayeron rendidos ante los pies descalzos de la “bailaora”.

De su arte se han dicho muchas cosas,ella representa el espíritu de la intuición, no hay escuela y lo aprendido se olvida  al pisar  el “tablao” o al ponerse de nuevo frente a un lienzo. Una mujer que dejó el baile “molida” por sus huesos y que ahora sigue bailando en su mente mientras pinta.