Cenamos en el restaurante del hotel.
Una carta escueta pero interesante.
A la cual había integrado el plato del día.
El plato del día era una
lasaña acompañada de ensalada.
Pensé….
Marie me va a sorprender en el emplatado.
¿ pero como?
Una lasaña solo te puede sorprender por dos cosas,
por la calidad de sus ingredientes y que este bien cocinada.
Esta tenía las dos cosas, estaba deliciosa.
Marie le dio su toque personal con detalles como este,
un plato de pizarra enorme, decorado con hojas,
y el aceite en esta vajilla en miniatura.
La ensalada era con mezclum,
tomates medio secos con aceite y piñones.
Eran un piñones que nunca había visto, eran mini.
Todo iba sobre una pizzara muy grande como si fuera una bandeja.
De postre un mel y mató con troictos de crocanti por encima y
el plato muy bien trabajado con caramelo.
El mató era de la Cerdanya.