Fresas, folatos y salud del corazón

La primavera, temporada natural de las fresas, es el momento idóneo para consumir estas frutas, con una composición extraordinaria de  fitoquímicos antioxidantes.
Un número creciente de estudios epidemiológicos sugieren una asociación consistente entre el consumo de una dieta rica en vegetales y una menor incidencia de enfermedades crónicas. Entre estas últimas figuran las cardiovasculares, neurodegenerativas y diversos tipos de cáncer. La gran variedad de frutas y hortalizas disponibles y su compleja composición hacen difícil la explicación de los beneficios potenciales para la salud de estos alimentos. Igual de complicado es identificar los compuestos químicos y los mecanismos de acción directamente implicados en los efectos saludables detectados. En las últimas décadas, se han considerado subgrupos de vegetales para evaluar de manera específica su asociación con la salud y/o la prevención de enfermedades. Las frutas rojas, entre ellas las fresas (también frambuesas, arándanos, moras, grosellas), son uno de los grupos estudiados. Además de nutrientes comunes a otras frutas, como la fibra, la vitamina C o el ácido fólico, se han identificado en su composición diversidad de sustancias con interesantes actividades biológicas. Esto invita a considerar las fresas como una fruta muy atractiva tanto por su sabor y posibilidades culinarias, como por ser fuente óptima de antioxidantes. Desde marzo hasta junio se extiende una época idónea para saborear estas frutas dulces, sabrosas, aromáticas, refrescantes y delicadas.
Fuente:  Consumer aquí.