Cada año delante de nuestra casa,podemos ver el mayor espectáculo del mundo.
Caritas de niños emocionadas, junto a los padres y abuelos que los acompañan  mas emocionados si cabe.

Esta año nos ha pillado por la calle de vuelta a casa, los caballos, los niños chillando los caramelos volando
(hemos cojido un puñado para los niños) cuando hemos llegado a casa hemos salido a la terraza y desde allí nos hemos emocionado.

El alcalde ha recibido a Sus Majestades los Reyes de Oriente y le has pedido encarecidamente
que este año  les traigan todos los juguetes que han pedido en las cartas, pero además…

Que les de la capacidad de amar a los demás, que tengan comprensión y que tengan mucha fuerza.
Después de estas palabras, se han apagado las luces y se han encendido unos fanalillos de papel
para que la petición se cumpla.

Y de repente… Ha habido  una explosión doble, la de los fuegos artificiales cerrando el acto con alegría, y  luz, y yo llorando como una tonta.

¿Sera que mi niña interior se aferra al pasado?
Lloré tanto cuando mis padres me dijeron que los Reyes Magos eran ellos
 que creo que nunca lo he superado. ja ja ja,
Me río , pero en el fondo estoy muy emocionada.

Os deseo lo mejor, que la capacidad de sorprenderos no la perdáis, dejad que ese niño interior disfrute esa noche y poned los zapatos en el balcón, con comida y agua para los camellos.

Y que por unas horas la magia y el amor nos acompañe.

¡¡¡Feliz noche amig@s!!!