Suelo felicitar a quien lo hace bien, y quejarme cuando alguien actúa mal.
La semana pasada pedí una mesa en el restaurante Goliard de Terrassa.
En principio eramos 6 personas,pero quedamos que llamaría para decir cuantos ibamos mas.
Llamo el sábado a las 2.30 del mediodía( la cena era a las 10 de la noche) y digo que seremos 8 personas al final.
Y me dicen …
-No puede ser, esta todo lleno.
Le digo…
-Ya, pero yo he quedado con la persona que hablé que llamaría para decirlo.
Después de decirme que no, y que no, me pasan a la persona en cuestión.
Y me dice lo mismo que esta lleno, y que yo ya le dije que llamara cuanto antes.
-Lo entiendo le digo, ya he llamado, pero busquemos soluciones.
-Como crees que lo podemos arreglar?
-Bueno, le puedo poner dos personas mas en una mesa de 6, digo claro 7 caben, pero uno mas no caben.
Ya me parecía un poco absurdo que fuera yo la que le diera opciones.
Teniendo en cuenta que el restaurante según me dijo, se puede habilitar la parte alta, ni lo comento, ni yo tampoco tenía ganas de dar soluciones.
Yo entiendo su postura, el restaurante se llenó, y no había sitio,pero…
Podía a ver buscado mas opciones que no supo o no quiso, su misión era llenarlo, y lo hizo.
-Le dije lo siento, pero tengo que anular la mesa.
-Me dijo de acuerdo…
Así de fácil y sencillo.
Ni una palabra mas, ni un lo siento.
Pues nada …
Ya no esta en mi lista de posibles visitas

Pero no olvidemos…

Que los restaurantes los llenamos los clientes.
Y los clientes vamos escasos.