Y para terminar esta inmensa torta, ha dado para muchas formas.
Igual que el amor,lo hay de muchas maneras, de pareja, padres , hijos, amigos, ciberneticos…
Parece la torta de la felicidad.
La gente que la va comiendo… se siente feliz.
Quizás sea porque alguien pensó en ellos.
Esta tarde seguiré dándola a mas gente.
Es tan grande que da mucho de si.
Como vereis esta en forma de corazón
es para todos vosotros.
A los que cada dia pasais por este blog.
El cual habeis elegido entre tantos millones de blogs que existen.
Gracias por ello.
Dire la receta de quien es, cuando la persona la haya reconocido como suya.
Es muy fácil.
Mientras os deseo que mañana…
El amor os acompañe.
Os quiero.
Pd:Esta receta la he encontrado por Internet y me ha gustado.
Para todos vosotros.
***


Receta de amor.
Guillermo Rodríguez Rivera
-2 corazones grandes y completos.
-2 corazones donde quepan la ternura,
la cólera,la alegría, el dolor, el error,
la pasión más absolutamente desmediday todo el desconcierto.
(Parecerá, a primera vista, que se podría prescindirde algunos de los ingredientes; pero una vez que se pruebe el resultado, se advertirá que no hay nada superfluo.)
Mézclense bien;añádase a los corazones -claro está-cualquier otra porción decisiva de sus dueños y póngase a hervir en su propia sangre sobre un fuego muy lento.
Si los corazones son de primera clase como se recomienda,resultan francamente innecesarias las especias, pero si se desea puede añadirse un pizca de cerveza, una canción o un verso después de que la sangre esté caliente.
El tiempo de cocción es muy variable, por eso el guiso ha de probarse repetidas veces.
Sírvase en raciones grandes pero diseminadas y cómase de manera despaciosa, lujuriosa, reflexiva eintensa.
No se requieren peculiarmente favorables condicionesde ambiente;al revés, este plato exquisito, caprichoso,cuece mejor si arde la llama en dirección opuesta a la del viento.
Protéjase, eso sí, de las miradas de la gente.