Hace unas semanas han abierto un restaurante al lado de mi casa.
Su propietario es Artur Martinez también propietario del Restaurante Caprix aquí,
En Diciembre del 2010 le dieron una estrella Michelin.


Miguel estaba haciendo de reportero de la Fira Modernista con la Coral Rosinyol y lo fui a buscar.
Le dije…
Ven que te llevo a  a un sitio y te doy una sorpresa, el que me siguió emocionado  a ver que me había inventado esta vez.
Se alegro de ver a donde lo llevaba.
El adora la tortilla de patatas cosa que nunca le hago.
Pedimos…yo una copa de vino, el una cerveza y dos pinchos de tortilla, aunque a mi no me apasiona mucho la tortilla,me fue genial, no había tortilla de patatas, era de salmón y verduras y con una pinta espectacular, pero no me gusta el salmón, y nos pedimos unas bravas…

En mi vida anterior…
O sea, cuando estaba casada y mis niños eran pequeños, solíamos ir con mi marido (por aquel entonces) y nuestros amigos de tapas.
Yo era de las que me comía bravas, y sepia a la plancha, cosa que nunca como ahora, ni lo uno ni lo otro.

Cuando una da el paso de divorciarse, cambia de marido, de hábitos de comer y de todo.;)

Tengo que decir que son las mejores patatas que me me he comido nunca en mi vida, y mi vida es larga.
He comido las bravas de todas las maneras posibles.
Hechas al momento con salsa buena y picante, buenas, regulares,congelada con piel, cortadas a lascas congeladas y malisimas.
Cortadas en forma de patata frita, con salsa de color salmón en vez de color rojizo,recalentadas al micro,refritas en un aceite indeseable.
Que os voy a contar…

Pero estas son de estrella Michelin, por la calidad de las patatas, porque no están aceitosas, por el tomate  tan bien  hecho,por eso,y por  todo el conjunto… hacen que estas patatas bravas…sean una explosión de placer en boca.

Os recomiendo venir a por unas bravas aunque estéis en Candanchú esquiando.
¿La gente no va a Granada de tapeo?  pues lo mismo.