Hay lugares del mundo que me seducen, pero siempre le busco el lado malo, y termino diciendo que nunca iré.
Suelo pensar en esos puestos callejeros que te venden carne entre sudor y polvo, me da no un no se que.
Eso me pasa por ver siempre el programa Callejeros viajeros, ahí es donde te enseñan puestos de comida en medio de la calle de todo el mundo.
Pero claro es como todo…no es lo mismo pasear por Paseo de Gracia, que en algunas callejuelas sórdidas del Raval, por poner un ejemplo.
Y viendo este lugar creo que debería cambiar de opinión ¿verdad chic@s?
Tengo dos amigas que les apasiona Marrakech y han han ido varias veces…
Hoy hablaremos de Anna.
Estas fotos son de dos viajes diferentes, me cuenta que ha estado mas de ocho veces en Marrakech.
Después de ir en jeep por el desierto llegan a la entrada de una casa, es impresionante ver como cuidan al viajero, alfombra, una butaca, te lavan las manos, agua de rosas,todo esto en medio del desierto todo preparado para comer en esta casa en medio del desierto.
No me acuerdo del nombre de la casa…
Ayer Anna y yo hablábamos teléfono y de repente me dice… ¿ves quien sale en la tele?
hablamos un poco del personaje y del nuevo programa Vidas de Lujo y seguimos hablando de lo nuestro y llegado el momento nos despedimos.
De repente veo que Laura Ponte (la modelo) presenta la segunda entrega de Vidas de Lujo donde nos muestra «el lujo arabe» Marrakech y desayuna en Abacadabra.
Me digo yo…¿ es el mismo lugar donde ha estado Anna?
Le pregunto a ella y me dice que si que es el Abacadabra.
Como podéis ver Anna va vestida con un precioso Kaftan que se compró para la ocasión, se me olvidó preguntarle donde lo había comprado, pero creo que debe ser en la misma tienda que Laura Ponte.
Los propietarios del Riad Abacadabra son Inés y Bruno primos hermanos y socios en esta aventura.
Han reformado este antiguo palacete Derkaoui que pertenecía a una aristocrática familia marroquí.
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Puestos típicos callejeros, cocinando en una Tajín.
Que valiente es el niño de Anna ni se inmutó con la serpiente en la mano.
Anna hizo una fiesta sorpresa para celebrar el cumpleaños de su amigo, y le prepararon esta jaima, un camino de velas daba paso a la entrada, acompañado por una persona hasta la jaima con unos candelabros. Después de contarme esto, ya me he enamorado y me estoy buscando un billete;)
Claro que después de ver el Hotel Amanjena, me pido un año sabático y me voy a Marrakech.
Anna me contó en todos los restaurantes que había estado ( no recuerdo el nombre) y como no… en el famoso Dar Moha que ahora han abierto uno en Madrid.
Espero que os haya gustado el viaje a Marrakech de la mano de Anna.
Nota: me contó tantas cosas y tengo tantas fotos…que esto da para un segundo capítulo. ;)
Los chicos de Nueva cocina marroquí deben conocer este lugar como la palma de su mano.
Hola Margot, com sempre, un post dels teus, bellíssim. No he estat mai a Marràqueix, però m'agradaria molt poder anar-hi. El món àrab, la seua arquitectura i la seua gastronomia sempre m'han atret. Potser li faig una sorpresa a la meua dona i ens n'hi anem plegats per Pasqua. Ja veurem si l'economia ens ho permet. Salutacions i besades.
Uffff, que publireportaje más guapo !!!
Anna en Marrakech !!! desconocíamos esa faceta suya y además una experta.
Margot, debes animarte, olvídate de esos prejuicios, Marrakech seguro que te fascinaría, aunque ya no es lo que fue, bueno hace años de eso, además, cuentas con una buena guía, jejeje.
No, no conocemos esos lugares, resultaría imposible conocer los casi 800 riads que hay en la city, eso, sin contar los ilegales, que son otros tantos.
Pero curiosamente, si que conocemos y bien a los tres filibusteros que salen tocando la musiquita gnwa, sobre todo al de las gafitas, cuidado con ellos.
Nos habéis alegrado el día con esta formidable entrada sobre la ciudad rosa. Fantástica.
Besos
Un sitio muy pintoresco, pero como bien dices, hay ciertas cosas que hacen dudar, lo de los puestos callejeros de comida es una de esas cosas (me han dicho que los que venden carne huelen fatal).
Pero claro, luego ve uno ese hotel y ya la cosa cambia. Qué sitio tan bonito!
P.D. La foto de las cobras… uff da miedito