No me he reído tanto sola en mi vida cocinando, miraba los buñuelos y no había forma que subieran y tomaran color.

Mi mente volaba, y me veía en la terraza de La Lola de Las Arenas degustando esos espectaculares  buñuelos, y me decía mentalmente no se parecen en nada a aquellos.

Yo quería hacer aquellos deliciosos buñuelos que me robaron el paladar( risas). Miquel los había comido con anterioridad, le gustaron tanto que también los hizo, pero según cuenta él tampoco le salieron como aquellos.

Yo pienso que me quedaron así porque los hice en un cazo en vez de una sartén, supongo que quedaban como cocidos o hervidos en vez de fritos, por la altura del recipiente.

He estado días pensando cual ha sido el problema…

Cuando hacemos algo en la vida, lo que importa es que el resultado sea bueno. En la cocina lo mismo, quizás queremos hacer una cosa y nos sale otra, pero el resultado es lo que cuenta.

Y estos raviolis de bacalao con praliné estaban deliciosos, el bacalao era de buena calidad, y la pasta choux estaba deliciosa, la hice igual que el Miquel, podeis ver los ingredientes en su blog.

El toque  dulce  del praliné  hacían un delicioso contraste. Quedó una tapa  genial para  el aperitivo.

Raviolis de bacalao a baja temperatura 
Ingredientes:

  • 200 grs de bacalao desalado
  • abundante aceite.
  • almendra a granillo
  • Pasta choux aquí
  • miel

Elaboración:

Ponemos el aceite en un recipiente ( debe cubrir el bacalao) y cuando empiece a tomar calor, ( no debe hervir) añadimos el bacalao cortado a dados pequeños, lo dejamos 4 minutos confitando, pasado este tiempo lo sacamos y lo ponemos en un papel absorbente.

Colamos el aceite ( reservamos la gelatina) y lo ponemos de nuevo en el fuego, cuando este caliente pasamos el bacalao por la pasta choux y freímos, vamos pasando los raviolis de bacalao a un papel absorbente según vayan saliendo.

Nos ha quedado en el fondo del otro recipiente la gelatina del bacalao, añadimos 4 cucharadas de miel y 4 cucharadas de almendras en granillo, ponemos en el fuego y vamos girando como si hiciéramos un pilpil, una vez se ha mezclado todo lo sacamos del fuego.

Si se sirve inmediatamente nos queda un pil pil cremoso, pero si lo dejamos reposar nos queda una textura de praliné.

Emplatado:

Servimos siete raviolis por persona y el praliné al lado, se comen poniendo un poco de praliné encima del ravioli.