Salsa de yogur casera.  Esta salsa de yogur es ideal para tomar con croquetas, tortitas de verduras, boniato asado al horno, para dipear con crudités, en ensalada o con lo que más nos guste a cada uno.

Esta salsa de yogur casera es muy utilizada en todo el mundo.  La primera vez que comí una salsa de yogurt, fue la que acompañaba a mi primer kebab en Alemania. No es que haya comido muchos kebab más en mi vida, ya que me gusta, pero no soy de este tipo de comida tan especiada. No lo digo solo por la especias en general, si no el comino que no lo soporto. Para mi mala suerte, todos los platos árabes es la especia que más cantidad le ponen.

La segunda vez que probé  salsa de yogur, y que es la que más he utilizado en verano, es la popular salsa griega llamada Tzalsiki,que es igual que esta pero lleva trocitos de pepino.

A la hora de decantarnos por poner unas hierbas aromáticas, podemos poner las que más nos gusten. Eneldo, cebollino, cilantro o menta. Muy importante para hacer esta salsa de yogur debemos utilizar hierbas aromáticas frescas. Las secas no nos darían el sabor que buscamos en cuanto a frescor.

Salsa de yogur casera

Ingredientes:

Aceite de oliva virgen extra

Hojas frescas de menta

1/2 zumo de limón

2 yogurs griegos

Pimienta

1 ajo

Sal

Elaboración:

Quitamos la parte central del ajo. Picamos muy finito. Si tenéis un prensador de ajos mejor. En esta salsa el ajo se debe notar ligeramente, no vale encontrar tropezones.

En un bol ponemos los yogures, el ajo, la menta picada con cuchillo, sal, pimienta, limón y el aceite. Mezclamos todo, y lo dejamos en el frigorífico  una hora, para que tome un poco de cuerpo.

Servimos con lo que más nos guste.

Estoy pensando que en una ensalada, con manzana y nueces, esta salsa de yogur casera le queda genial.