Cruasanes by Joan Sáez
Muero por un cruasant, los adoro, comería cada día para desayunar, merendar y a todas horas. Claro que a mi edad me tengo que cuidar. Pero cuando era mas joven, cada mañana a las 9:00 como si de un ritual se tratase, me traían un cruasant para desayunar, y del mejor sitio, por lo menos era de donde me gustaban a mí.
No soporto los cruasanes pegajosos llenos de azúcar con brillo, muy hinchados y que dentro no hay nadie!!! (risas). Nada quería decir…
Que placer comer aquellos cruasanes crujientes, que por encima tenían un color dorado oscuro, y que al dar un mordisco las láminas crujían, y que cuando terminaba de comerlo me quedaban miguitas crujientes en el plato y me las comía embelesada, diciendo para mi…. ¡Oh ya se ha terminado! (risas).
El otro día estuve haciendo fotos en Yummy Taller, una escuela de cocina, donde el dulce es la estrella.. Os acordáis que en el taller de chocolate os hable de ella, os comenté que se encuentra en Terrassa ( Barcelona).
Cuando entro me dice Joan…
-¡Ya que estás desayuna ¿no?.
Claro que igual él pensó que iría acompañada de unos cuantos amigos, porque mirad que desayuno preparó.
Joan Sáez lleva siendo pastelero muchos años. En el año 2011 ganó el premio al mejor Croissant Artesano de Mantequilla de España 2011, en la Pastelería Turull de Terrassa donde trabajaba anteriormente.
Lo que me gusta de Joan, es que su forma de enseñar es fácil, sin maquinaria de alta tecnología, ya que la persona que va a aprender a sus talleres, una vez llegue a casa pueda hacerlo de la forma más sencilla posible.
Los cruasanes eran deliciosos, la Coca de Bigatá espectacular y el ¿chocolate? os diré que estaba increíble. Todo lo que hace Joan es delicioso. El fin de semana hace un curso intensivo de como hacer un cruasanes y ensaimadas.
He decidido hacer una ruta de cruasanes, os espero aquí para enseñaros el próximo cruasan que me coma, no se donde, ni cuando, pero mi objetivo es comerlo en la Hofmann que llevo dos años queriendo ir y no hay forma.
Cuando vivía en Barcelona, siempre iba pasear con mi amigo Pedro por el Borne, siempre pasábamos por la puerta de Hofmann, pero en aquel momento no estaba la pastelería degustación.
¿ Donde será?…
¿ Donde será?…
Margot, te doy toda la razón ¡Cómo se disfruta comiendo un croissant bien hecho!
Recuerdo, con añoranza, mis meriendas infantiles con un croissant de la pastelería Santa Gema y una pastilla de chocolate…
Ahora,unos de mis preferidos son los croissants de la Pastelería Escribá.
Un beso
Ah si,? estuve el año pasado tomando el te en el Escribá, pero no pude pedir nada, ya que veníamos de una comilona con bloggers y ya no podía comer mas.
Besos
Gracias Margot por el post, que pena que no has podido venir hoy, habrías disfrutado, las ensalmadas geniales, imagínate después de dejarlas toda la noche fermentando ufff… Y el briox que decirte, hemos disfrutado mucho con el taller de bollería . Margot mejorate !
Uffff….Cuanto me gusta un cruasan bien hecho… Me has dejado con la boca abierta, y si, a mi me gustan como a ti: crujientes, delicados, y no esos que le pegas el mordisco y que por arte de magia han desaparecido sin saborearlo!! Un beso, preciosa!!